domingo, 23 de enero de 2011

El mundo de Sofía: capítulo 4

LOS FILÓSOFOS DE LA NATURALEZA

Para poder analizar con detenimiento las reflexiones de otros filósofos, debemos averiguar el proyecto de cada uno, es decir, tendremos que definir aquello en lo que el filósofo tiene tanto interés en solucionar. Esto ocurre debido a que la forma de pensar en aquellos tiempos era distinta.

A los filósofos de la antigüedad también se les llama filósofos de la naturaleza, ya que se preocupaban por responder cuestiones relacionadas con ella. Estos filósofos partían de la idea de que existía una materia primaria, que era el origen de todos los cambios en la naturaleza. A su vez se hacían preguntas sobre dichos cambios, y pretendían responderlas de forma científica, sin tener que basarse en los mitos.

Los primeros filósofos surgieron en Mileto (Asia Menor). Fueron Tales, Anaximandro y Anaxímenes. Tales opinaba que el agua era el origen de todas las cosas, es decir, toda la materia está formada por agua, en mayor o menor proporción. Anaximandro pensaba que nuestro mundo es uno de los muchos mundos que existen en aquello que llamó ‘lo Indefinido’. Y, sin embargo, Anaxímenes opinaba que el origen de todo era el aire o la niebla, y que el agua procedía del aire condensado. Estos tres filósofos pensaban que tenía que haber una materia primaria. Pero faltaba la respuesta a por qué se altera esta materia para convertirse en algo completamente distinto.

Otro filósofo, Parménides, pensaba que todo había existido siempre, que nada puede surgir de la nada. Por lo tanto, sostenía que nada puede cambiar y que las sensaciones no son de fiar, nada es lo que parece. Heráclito, sin embargo, lo contradijo totalmente, opinando que todo cambia (todo fluye) y que las sensaciones sí son de fiar. Empédocles se entrometió en esta pequeña discusión, dando la razón a ambos, diciendo que nada cambia, y que las sensaciones son de fiar. Llegó a la conclusión de que había que rechazar la idea de que había un solo elemento. Pensaba que la naturaleza tiene en total cuatro elementos o raíces: tierra, aire, fuego y agua, que los cambios en la naturaleza se deben a que estos cuatro elementos se unen o separan. Eran el amor o el odio quienes unen o separan dichos elementos.

Sin embargo, otro filósofo más, Anaxágoras, opinaba que la naturaleza estaba hecha de muchas piezas minúsculas, invisibles para el ojo.

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