sábado, 29 de enero de 2011

El mundo de Sofía: capítulos 5 y 6

DEMÓCRITO

Sofía recibe una nueva pregunta, la cual dice: ‘¿Por qué el lego es el juguete más genial del mundo?’. Sofía se extraña por esta pregunta y comienza a jugar con el lego. Se da cuenta de que son pequeñas piezas que son indivisibles y se mantienen intactas a lo largo de los años. A partir de esta idea, el filósofo que le manda las lecciones a Sofía da a conocer la historia de Demócrito, el último gran filósofo de la naturaleza. Dicho filósofo introdujo el concepto átomo, que definió como cada una de esas piececitas pequeñas e invisibles de la que está formada la materia. Hay átomos de distintas formas, colores y tamaños, y cuando un cuerpo se destruye, cada uno de los átomos que lo conforman se separan, y se esparcen por su alrededor incrustándose en un nuevo cuerpo.

EL DESTINO

Hemos visto que los filósofos buscaban explicaciones naturales a los cambios producidos en la naturaleza. Sin embargo, a la hora de estar sano o enfermo, o a las cuestiones políticas, los griegos tuvieron una gran fe en el destino, que se entiende como la fe en que está determinado todo lo que va a suceder. Eran los adivinos quienes trataban de adivinar lo que ocurriría en los siguientes años. Esta adivinación podía ser diferente en cada adivino, ya que se encargaban de interpretar señales que no estaban del todo claras. Había distintos tipos de adivinos. Uno de ellos los encontramos en los oráculos, lugares a través de los cuales se comunican los dioses, que profetizan sobre distintas cuestiones del mundo. Con respecto a las enfermedades, los griegos creían a su vez que éstas eran castigos divinos impuestos por los dioses debido a que habían realizado acciones malas. Pensaban a su vez, que para contrarrestar estas enfermedades y curarse, lo que debían de hacer era llevar una vida sana y saludable y sin pecados para que el dios le perdonara y le quitara la enfermedad.

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